fettuchini, el amargado.

Anarquía = sionismo.

Todo esto es muy raro. Mi vida, que siempre ha sido como una película de Garci, se ha convertido en estas últimas semanas en la fusión de "Amelié" y "Chansing Amy". Un quebradero de cabeza me desaparece sólo porque es remplazado por otro rompimiento de cabeza aún mayor y más preocupante. Y ello a 12 días del Gran Día.
El otro día mi amigo Antonio me enseñó un grafiti escrito cerca de la Biblioteca de Doctor Cerrada (la más grande de Zaragoza) que rezaba "Anarquía = sionismo". A ambos nos hacía mucha gracia su total falta de significado. Ahora me siento así, anarquía igual a sionismo. Signifique eso lo que signifique.

Soñando.

Hola, muchachada. Mañana es el segundo examen de la oposición para la Diputación Provincial de Zaragoza, (sí, ese que aprobé sin estudiar) y como soy tan majo y tengo unos huevos toreros tan estupendos a este segundo me voy a presentar como debería hacerlo todo buen español: sin haber mirado siquiera el temario. No sé ni como es el examen ni que temas entran. ¿Quién dijo miedo?

Y más allá de oposiciones chorras que apruebo de potra tengo las GRANDES, la del Estado el día 11 de junio y la de la Diputación General de Aragón para el 18 de junio. Y, claro, con estas si que estoy cagado. De hecho me está volviendo a ocurrir ese fenómeno tan curioso que me pasó en la del Ayuntamiento por el cual todos los días entre las 14:00 y las 15:00 mis nervios se manifiestan somáticamente en la forma de unas tremendas cagaleras. Como lo oyen, debo de tener un culo inglés porque todos los días entre las 14:00 y las 15:00 (ni un minuto antes ni un minuto después) me voy por la pata abajo (exactamente igual que en enero: http://fettuchini.zonalibre.org/archives/088917.html)

Y entre tanto nervio, tanta cagalera y tanta tontuna parece que lo que todos sospechábamos, que el estudio del Derecho Administrativo es un eficaz asesino de la creatividad, es completamente cierto porque llevo unos cuantos días incapaz de escribir nada interesante. Y para una tontuna que se me ocurre voy y al final no sé que pasa que no la publico. Bah, para la chorrada que era no pasa nada.

El caso es que ando crispado de los nervios y he hecho lo que hace todo el mundo para aliviar la tensión: irse de compras. Me he pasado por mi librería favorita y, oye, que no podía parar de comprar libros. Me gustaría decir que he comprado "Mein Kampf" pero es que la literatura juvenil la tengo algo abandonada así que me he centrado en mi pasión, los Clásicos. Los Clásicos de la Ciencia Ficción, claro:

- "El aprendiz de guerrero" de Lois McMaster Bujold
- "Tiempos de gloria" de David Brin
- "Regreso" de Theodore Sturgeon
- "Playa de acero" de John Varley.

¿O que os pensabais? ¿Que leo a Kierkegaard?

Mierda.

Joder, hostia puta. Ayer escribí un post y estoy seguro de que le dí a publicar. No sé que ha ocurrido. ¿Quién me ha robado mi post?

Venga, enseñadme todos las manos.

El cuervo.

En un atardecer triste y quejoso meditaba yo, débil y abrumado, sobre un volumen de ciencias muy curioso de temas que ya estaban olvidados.
Mientras cabeceaba somnoliento, oí como si repicaran suavemente en la puerta cerrada del salón. “Será alguna visita, —pensé yo— que está llamando a la puerta de atrás. Es eso, sólo eso y nada más.”

Ah, recuerdo claramente aquel diciembre anodino, y el rescoldo mortecino que hacía sombra en el suelo. Mientras pedía vanamente a los libros un consuelo, por la pérdida de aquella que los ángeles por bella, quisieron llamar Leonor. “¡Oh mi amor!” ¡Oh hermosura excepcional, que ya ha quedado sin nombre por siempre, siempre jamás!

Me estremecí al ondular de las púrpuras cortinas, con ese ruido sedoso del fantasma que camina. Mi corazón temeroso del pecho quería saltar, y yo repetía angustiado para poderlo callar: “Es sólo un visitante que quiere entrar. Es eso, eso es sólo, y nada más.” Mas de pronto mi alma tomó aliento y sin dudarlo, lancé mi voz al viento: “Señor —dije— o señora, lo lamento, y os imploro perdón de corazón. Pero ha ocurrido que, como estaba yo medio dormido y llamasteis tan sin hacer ruido a la puerta de mi habitación, pues apenas si os he oído.”

Y abrí de par en par: oscuridad, tan solo, y nada más.

Di la vuelta tras cerrar; sentía mi sangre caliente, cuando de nuevo, oí llamar, esta vez más fuertemente. “Eso es —dije yo— eso es seguramente que sin duda esta mañana alguien dejó sin pensar cualquier cosa en la ventana.” Abrí de par los postigos y entró, cual si fuera amigo, con revoloteo ruidoso, un cuervo majestuoso. No hizo reverencia alguna, y con un aire altanero de dama o de caballero, sin batir casi sus alas, con la mirada despierta saltó, se posó en la puerta, luego en el busto de Pallas, y nada más.

“Aunque tengas la cresta rala y lisa no es tu actitud sumisa. Tú, que por el margen de la noche vagas, dime, cuál es tu nombre, antes de que deshagas lo que plutónicamente te da el hombre, pájaro carroñero.”

El cuervo dijo: “nunca más”, y nunca diría otra cosa.

De pronto noté el aire perfumado: un invisible incensario balanceado por ángeles cuyo tintineo quedaba en la alfombra amortiguado. “Miserable”, le increpé; “Dios por medio de estos querubines te envuelve en el descanso y el sopor que alivian el recuerdo de tu amor. Apura, apura este filtro que asegura el no acordarte más de tu locura.” Y dijo el cuervo: “nunca más”.

“Que estas palabras sean tu despedida, pájaro demonio; —chillé furioso— aléjate de mi vida, ve a tu noche de plutonio y no dejes pluma atestiguando la mentira que tu alma invoca. Mi rebeldía se ha convertido en ira. Baja del busto de roca, no busques mi corazón y desaparece de mi habitación.” Y dijo el cuervo: “nunca más”. “No busques, cuervo, mi corazón, desaparece de mi habitación.” Y dijo el cuervo: “nunca más “.

Y el cuervo inmóvil, cerradas las alas ahí sigue parado, sobre el busto de Pallas. Guardián inmóvil de mi imagen muerta, escudriña mi ser desde la puerta. La luz proyecta su imagen en el suelo, donde yace mi alma sin consuelo. Donde ya siempre mi alma yacerá pues no podrá levantarse nunca más.

Bien dotados.

La primera vez que ví este video no podía dejar de reirme. El buen concejal gallego tenía algo tan sincero y espontaneo en sus risas que me resultaba totalmente contagioso. Lo vuelvo a ver y me provoca el mismo efecto. Es bueno reirse, amigos.

Para tí, mujer.

Según leo en el bueno de Jake en Paréntesis Metodológico ( Paréntesis Metodológico) mirar los pechos a las mujeres puede alargar la vida de los hombres hasta 5 años. Entonces... ¿por qué no ir más lejos? ¿Por qué conformarse con 5 años más de vida cuando podríamos ser INMORTALES?

"¿Cómo?", os preguntareis. Pues así:

Y, bueno, si mi teoría fracasa y no vivimos ni un día más seguro que al menos habremos disfrutado más por el camino. Digo yo.

Perromuerto.

- Pues que quieres que te diga, él lo hubiese hecho.
- Mira eh, no me toques más las pelotas.
Ello lo miró con mala cara antes de añadir:
-"Perromuerto" lo habría hecho.

Mierda, ya estábamos otra vez con el puto “Perromuerto” de los cojones. Desde que había comenzado a salir con ella cada cosa que hacía, cada decisión, era comparada con lo que habría hecho en la misma situación su ex, "Perromuerto". “Perromuerto”. ¿Os podeis creer que ella estuvo saliendo con un tipo que se hacía llamar "Perromuerto"? Según ella el apodo era un signo del respeto que le tenían en su barrio pero mi novia tenía un defecto físico: carecía completamente del sentido del olfato. Creedme, solo he estado una vez con "Perromuerto" pero fue una experiencia que mi nariz jamás olvidará.
El susodicho "Perromuerto" andaba ahora cumpliendo condena por la paliza que le dio a un policía de paisano. Menudo elemento estaba hecho. Entendedme, yo no soy ningún mindundi, soy un tipo que se viste por los pies, alguien de quien si quieres salir bien parado no le tienes que tocar los cojones demasiado. Pero, claro, las comparaciones son odiosas y más si la persona con la que te comparan es "Perromuerto". ¿Cómo compararse con semejante mala bestia?

- ¿Que quieres? ¿Que vuelva ahí dentro y le dé una paliza al tío que te ha dicho tía buena y a sus tres amigos?
- No, déjalo, ya da igual.
- Si quieres entro y les parto la cara. Se la parto en ocho trozos.
- Que no, que ya da igual, que lo dejes. Me quiero ir a casa.
- Vale, vamos.
Echamos a andar, alejándonos con cada paso un poco más del bar en el que habíamos estado pasándolo bien hasta justo el momento en el que un subnormal le había dicho "tía buena" a mi novia. Del bar en el que le había cogido de la pechera a ese gilipollas antes de que sus tres amigos me separaran. "¡Eh, tío! Lo siento, no queremos problemas." En fin, ya digo que quién me toca los huevos no suele volver a hacerlo pero, que coño, eran tres y yo uno, se habían disculpado y hasta ese momento me lo estaba pasando muy bien. Hice lo lógico, marcharme del bar. Vamos, lo que cualquier hubiese hecho. Cualquiera menos "Perromuerto".

- Vale, vamos.- dije, pensando que la noche se había echado a perder pero que por lo menos no había tenido que enseñar un poco de humildad a aquel cuarteto de maricas.
- Vámonos... -dijo ella-... pero estoy segura de que Perromuerto no les hubiese dejado marcharse así, de rositas.

Esa fue la gota que colmó el vaso. Me dí la vuelta y, sin mirar que hacía ella, enfilé directo de vuelta al bar. Entré por la puerta y me dirigí hacia donde estaban aquellos cuatro soplapollas. Les vi, apreté el paso, cogí un taburete de metal y golpeé al primero en la cabeza. Cayó al suelo derrumbado. El resto está bastante confuso pero aparentemente los otros tres no eran tan maricas como parecían a simple vista. Lo siguiente que recuerdo es que me desperté en una habitación de hospital que olía a la típica mezcla de desinfectante y meados. En la cama de al lado había viejo que parecía estar tomando las últimas bocanadas de aire antes de abandonar este puto mundo. Por el dolor que me recorría el cuerpo yo mismo no estaba en mucha mejor forma.

Allí estaba ella, sentada en una silla cerca de la cama, leyendo un "Hola" de hacía mes y medio, abandonado allí a saber por quién. En seguida se dio cuenta de que había despertado.
- ¿Qué tal estás? -dijo.
- Bien, ¿que pasó? -respondí, con apenas un hilo de voz que me sorprendió a mí mismo.
- Tengo... tengo que decirte una cosa...
Yo no dije nada. Mil pensamientos pasaron por mi mente pero mi boca se resistió a abrirse. El esfuerzo de hablar era inmenso.
- Te dejo, quiero cortar. Mira, esto no funciona. No ha salido bien. Prefiero que no me llames ni intentes contactar conmigo porque no... Bueno, sencillamente porque no.
Contactar con ella era en ese momento la última cosa que me apetecía hacer. Matarla, estrangularla, cagarme en su cara y en la de sus padres, esas si que eran cosas que me apetecían hacer en ese momento. Contactar con ella, no. A no ser para asfixiarla con el cable del teléfono.
Ella se quedó allí de pies unos instantes, mirándome. Seguramente esperaba que dijera algo. No le dí esa satisfacción. Sencillamente la miraba sin parpadear.
- Bueno, me voy. -dijo.
Y salió de la habitación. Y allí me quedé, solo, acompañado por un viejo de mierda que parecía no tener ni un solo familiar que se preocupara por él. Exactamente como yo. Casi sentí simpatía por aquel viejo moribundo.

Dos días después me dieron el alta.

Villa Fortuna.

Hola. Tan solo hay una palabra para definir "El Show de Cándido": maravilloso y divertidísimo. Perdón, dos palabras: maravilloso, diviertidísimo y adictivo. Perdon, tres... bah, dejémoslo.

Me encanta "El show de Cándido", es un programa cojonudo. Lo más fresco que he visto en televisión en mucho tiempo. Debo decir aquí que disfruto muchísimo con Gran Hermano. Con según QUÉ Gran Hermano. Los grandes hermanos llenos de chuloputas y pedorras de discoteca son un aburrimiento mortal. Ahora, los Grandes Hermanos llenos de gente rara son un maravilloso compendio sobre como interactuaría la Humanidad si esta solo se compusiera de retrasados mentales. Personajes como Jacinto, Niki, Bea la legionaria, Raquel, Patricia y muchos otros nos han hecho experimentar un rosario de emociones maravillosas: miedo, pena, asco, malestar general y desagrado por la Humanidad.

Siguiendo la lógica de mi argumento, el mejor Gran Hermano fue el primero. Estaba lleno de gente entrañable que han quedado prendidos para siempre en nuestros corazones como lo que eran, unos tontos irremediables: Jorge Berrocal, Maria josé Galera, Koldo, el GRAN Íñigo, Ivan, Ismael, Mónica, Nacho, la nadadora aquella, la peluquera, Iván... Que grandes momentos televisivos vivimos con ellos. Si sacaran la primera temporada de Gran Hermano (porque para mí es una serie con buenas y malas temporadas) en DVD me la compraría sin dudar, con los ojos cerrados.

Y por fin llegamos a "El show de Cándido", una idea tan brillante que resplandece en la oscuridad. ¿Os acordais que en el primer Gran Hermano se dijo que tenían que ser todos actores porque ninguna persona normal podía ser tan tonta? Pues aquí lo son. Sí, joder, todos son actores menos uno: Juanan.

Cada uno de los "concursantes-actores" interpreta un arquetipo de concursante de Gran Hermano: el Malo, el Pesao, el Gay, la Ordinaria, la Tonta, el Chuloputas, etc. Y claro, tienen que hacer que el pobre Juanan se crea que está en medio de un auténtico Reality. Es sublime, metalenguaje dentro del metalenguaje: alguien entra dentro de un programa de telerealidad en el que todo es falso menos él y su ingenuidad.

Evidentemente, a pesar de que todas las tramas giran en torno a él tienen que evitar que se de cuenta de que todo es falso y eso no es fácil: las tramas son delirantes, ridículas, grotescas, rozando los límites más estrambóticos de la realidad. Vamos, lo que en cualquier Gran Hermano ocurre diariamente pero guionizado.

Juanan, la victima, es tiene una cualidad que le hubiese incapacitado para entrar en cualquier Gran Hermano: es normal. Un chico ni muy simpático ni muy soso, ni muy agresivo ni muy pasivo, ni muy listo ni muy tonto. Es el centro exacto de la personalidad humana. Juanan demuestra que una persona normal puede entrar en un reality... y sobrevivir. Y en este caso ganar 60.000 euros también, que es premio que hay para el ganador de "Villa Fortuna", el supuesto reality en el que ha entrado el cándido de Juanan. Y es que el bueno de Juanan se merece todos y cada uno de esos 60.000 euros, la verdad.

Porque es que se las están haciendo pasar putas. Putas para él, diversión para nosotros. ¡Viva "El show de cándido"!

De marcha en pijama.

Hola. Anoche hice cumplí uno de mis más íntimo deseos, beber en bares en pijama.
Mi señora madre apareció la tarde de ayer con un pijama nuevo que había contado por la prodigiosa cantidad de 4 euros (¿he dicho que mi santa madre es una profesional de las rebajas y los mercadillos?) y, bueno, la chaqueta del pijama a mí me pareció una camiseta estupenda. Estupendísima, vamos. Así que me la puse ayer sábado para salir. "¡A ver si alguien se da cuenta de que he salido en pijama!"

¿Y creeis que se dio cuenta alguien?

Pues no, hasta me llegaron a decir que qué camiseta tan maja me había comprado.

Oficialmente "no obeso".

Hola. Según mi endocrina a partir de hoy estoy oficialmente "no obeso". Hasta me ha puesto un sello en la mano para que pueda enseñarselo a todos mis amiguitos.

Actualmente estoy plantado en unos saludables 79 kilos.

Ahora solo me falta perder otros 10 kilos y ganar otros 15 de musculatura para estar estupendo.

Voy a dar gloria.

Yo estoy con Iron Man.

¿Y tú de quién eres?
Pues yo de Iron Man. Pedro de Un Tebeo con Otro Nombre (http://www.untebeoconotronombre.com) me ha convencido: Iron man MOLA.

Pues no señores. Alguien tenía que decirles a esa panda de pervertidos en mallas que ya está bien de ir por ahí salvando al mundo en paños menores sin registrarse ni nada. Que a mí me piden resgistrarme hasta para alquilar en el video-club. ¡A ver si ellos van a ser menos!

Y el Capitán América... ¿y se hace llamar "liberal"? ¡Que pasaría si nuestros liberales patrios como Federico Jimenez Losantos levantasen la vista a los USA! Se le iba a caer la cara de vergüenza al tipo de la A en la frente, por maricona.

Venga, supertipos, vayan poníendoseme en fila de a uno para registrarse y no se me amontonen, a ver si va a pasar lo de siempre. Que todos sabemos que en cuanto juntas a tres supertipos en una sala se lian a mamporros.

Iron man rules!

Acurrucados.

Ella se puso a cantar una canción de Camela mientras le clavaba los talones en la espalda. Él, que ya había visto este fenómeno antes, trató de concentrarse para no perder la erección. Pensó en sus anteriores novias pero rápidamente cambió a otro pensamiento. Mierda, ¿por qué nunca podía echarse una novia normal?

"Vengo a decirte que se ha terminado,
yo ya no puedo seguir a tu lado.
Quiero que sepas que estando contigo,
ella tenía todo mi cariño.
Yo no deseo que sigas sufriendo,
siento decirte que ya no te quiero.
Muchos momentos contigo he vivido,
muchos te quieros de ti he conseguido.
Sólo te pido que ahora no llores,
que seas valiente y que te enamores.
Ahora mi vida, yo siento decirte,
que ella me espera, tengo que irme."

Su anterior novia le dejaba la espalda surcada de arañazos. Era una chica casi normal. Un ligue anterior repasaba Derecho Procesal II mientras hacían el amor. Y Raquel, claro. Raquel cantaba Camela mientras se corria. Para matarla.

"Me moriré si tú no estás conmigo,
si no te tengo ya cariño mío.
No me dejes así, sin ti no sé vivir.
No sé si alguna vez te hice daño,
si alguna vez he cometido un fallo.
Perdona si es así, perdona si es así... "

A tí si que te voy a matar yo, pensaba el pobre Miguel. Y en esas consiguió terminar de correrse, pensando en asesinatos. Con resquemor.
Y mientras se besaban tras acabar Miguel pensó "¿Es para matarla o no es para matarla?"

Digan conmigo: D.P.Z.

Quien me lo iba a decir. Sin comerlo ni beberlo he pasado el 1º examen de una oposición a la que me presenté más por aburrimiento que por otra cosa para la Diputación Provincial de Zaragoza..
He pasado el primer examen con un famélico 5,7. No es que haya sido gran cosa, a todo el que pasara del 5 lo han dado por aprobado.

Venga, señores, lo estamos dando, lo estamos regalando.

Para el día 27 el segundo examen. Iré aunque no tenga nada que hacer en él. Pero claro, eso dije en el primero.