fettuchini, el amargado.

Acurrucados.

Ella se puso a cantar una canción de Camela mientras le clavaba los talones en la espalda. Él, que ya había visto este fenómeno antes, trató de concentrarse para no perder la erección. Pensó en sus anteriores novias pero rápidamente cambió a otro pensamiento. Mierda, ¿por qué nunca podía echarse una novia normal?

"Vengo a decirte que se ha terminado,
yo ya no puedo seguir a tu lado.
Quiero que sepas que estando contigo,
ella tenía todo mi cariño.
Yo no deseo que sigas sufriendo,
siento decirte que ya no te quiero.
Muchos momentos contigo he vivido,
muchos te quieros de ti he conseguido.
Sólo te pido que ahora no llores,
que seas valiente y que te enamores.
Ahora mi vida, yo siento decirte,
que ella me espera, tengo que irme."

Su anterior novia le dejaba la espalda surcada de arañazos. Era una chica casi normal. Un ligue anterior repasaba Derecho Procesal II mientras hacían el amor. Y Raquel, claro. Raquel cantaba Camela mientras se corria. Para matarla.

"Me moriré si tú no estás conmigo,
si no te tengo ya cariño mío.
No me dejes así, sin ti no sé vivir.
No sé si alguna vez te hice daño,
si alguna vez he cometido un fallo.
Perdona si es así, perdona si es así... "

A tí si que te voy a matar yo, pensaba el pobre Miguel. Y en esas consiguió terminar de correrse, pensando en asesinatos. Con resquemor.
Y mientras se besaban tras acabar Miguel pensó "¿Es para matarla o no es para matarla?"