Es lo que tiene que el resto de la unidad familiar se haya desplazado hasta la playa para aprovechar los últimos restos crepusculares del verano, que te lo tienes que hacer tu todo.
Así que como me da mucha, mucha pereza poner la lavadora en marcha para tan poca ropa como tengo que lavar la voy acumulando a la espera de que se forme la masa crítica suficiente como para que me parezca prudente ponerla. Ahora bien, esto trae el peligro de que si me paso y acumulo demasiada cantidad, comience a darse el fenómeno contrario y comience a darme pereza ponerla porque hay demasiada colada.
Así que, al contrario de lo que pueda parecer, ésta es una operación delicada con muchos pros y contras, muchos dimes y diretes, en la que el equilibrio entre "hay poca colada" y "hay mucha colada" es, francamente, bastante sutil. Un solo calcetín de más y la oportunidad perfecta para poner la lavadora se habrá perdido irremisiblemente.
Que estrés. A ver si me compro un mono mayordomo.
Ella es mi sueño obsesionante,
es sumisa y dominante.
Es la mujer de tu vida.
Ella es lasciva y penitente,
inesperada y conocida.
Es la mujer de tu vida
Es oriental y de occidente,
es una infiel y una perdida.
Es la mujer de tu vida
Ella es candor, terror, pudor, calor y a veces aún peor,
ella es dolor, amor, fervor, sopor y a veces aún mejor.
Me hace dudar si yo soy yo
o vivo sin vivir en mi.
Es la mujer de tu vida
Por ella paré mi reloj
y ahora confundo el si y el no.
Es la mujer de tu vida.
No me preguntes como es ella,
no existe cosa parecida,
tan solo es que ella es...
Es la mujer de tu vida. (x8)
"A ver, que yo no soy homofobo. Que a mí no me importa que haya homosexuales. Pero otra cosa es que se pongan ahí en la calle que dices... "Yo te respeto pero hay cosas que se hacen en casa." Hombre, no con los niños... tampoco. Y luego además eso, si eres homosexual y no se te nota... pues dices, hombre. Pero es también un problema, ¿no? Porque te puedes acercar a él sin darte cuenta e igual se te contagia o algo. Pero algunos, hombre, oye, por favor... Que clase de... de... no sé, ¡MARICÓN HOSTIAS! Que una cosa es ser homosexual, que es respetable, ¿no? Y otra es ser un maricón. Que se te note, que te des besos en la calle, besos en la calle, besos en la calle... Y los niños... ¡los niños y yo, hombre! Que voy yo por la calle y tengo que ponerme a vomitar. Y yo no tengo ningún problema con que haya homosexuales. Yo no soy homófobo. Pero siempre, oye, tu libertad termina cuando empieza la de los demás. Y dices, yo... existes, muy bien, yo te PERMITO existir. Pero hay ciertas cosas delante de mí que... tú libertad acaba ahí donde estoy yo. Así que no te quiero ver, hombre, ¡MARICÓN!"