- Dibujame un cordero, por favor.
Cuando el misterio es demasiado impresionante, no es posible desobedecer. Por absurdo que me pareciese a mil millas de todos los lugares habitados y en peligro de muerte, saqué de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma. Entonces dibujé.
- Muchas gracias. Ahora dibujame una vagina con dientes, por favor.
Escrito por fettuchini a las 6 de Diciembre 2008 a las 04:12 AM