Me han invitado a una cena de ex-compañeros de la facultad. El caso es que mientras me lo contaban se les escaban risitas histéricas y se daban codazos unos a otros que yo me he tomado como una muestra de fraternal camaradería. El organizador de la cena me tiene algo de tirria desde que, por el más puro azar, terminé cayendo sobre una ponchera de cristal de Murano.
Yo creo que el que todo el mundo se riera es una buena señal. Vamos, que me han perdonado por aquella vez que hice que todos acabásemos en comisaría. ¿Cómo iba yo a saber que aquel policía con bigote era una mujer?
Me han dicho que espere sentado así que me llevaré un taburete y el 20 Minutos para leer mientras espero. Ójala que no tarden mucho, yo soy muy friolero.
Escrito por fettuchini a las 28 de Diciembre 2005 a las 04:12 PM