30 de Mayo 2005

Magia inesperada

Perdonad la cursilería del título pero no se me ocurría uno mejor. Ni más adecuado. Sí, magia inesperada. Un momento vacuo y superfluo, esos que la memoria desecha al par de minutos de producirse pueden pasar a ser uno de los recuerdos más bellos en un solo momento.

Trabajo en una plaza de toros como portero. No me gusta, pero me paga los vicios. Paso los ratos muertos hasta que termina el asunto o bien leyendo alguna novela o mirando vacuamente hacia el vacío contando los segundos para que termine y poder irme a casa. En esas estaba yo el sábado pasado, con la mirada en el infinito, cuando al bajar la vista vi que una pareja con una niña pequeña avanzaba hacia mí. Yo les observé con indiferencia hasta que ví que la pequeña, de unos 7 u 8 años, me miraba fíjamente. No pude evitar sonreirle a ese angelillo. La niña me sacó la lengua y yo también se la saqué y así estuvimos poniendonos caras y sacándonos la lengua mutuamente hasta que pasaron de largo de donde yo estaba. Los padres no se dieron cuenta de nada; nadie más vio la escena. Pero fue un momento mágico, sentí que había vivido un momento especial, había sido parte de la portentosa imaginación y de la felicidad de un niño y yo mismo había sido también un niño de 8 años. Fue... fue... no tengo palabras para describir la sensación de felicidad que me acompañó durante toda aquella tarde. De verdad, me pena mucho no ser capaz de trasmitirles la plenitud de ese instante.

Escrito por fettuchini a las 30 de Mayo 2005 a las 12:13 AM
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