"Manolo, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Ma-no-lo: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Ma.No.Lo.
Era Ma, sencillamente Ma, por la mañana, un metro ochenta y cuatro de estatura con pies descalzos. Era Manu con pantalones. Era Manuelete en la escuela. Era Manuel cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Manolo."
Ummm, no sé, parece que pierde poesía.
Escrito por fettuchini a las 4 de Diciembre 2008 a las 09:39 PM