fettuchini, el amargado.

Falta de sentido y falta de sensibilidad.

Si el mundo es una mierda es exclusivamente por nuestra propia culpa. La sensibilidad, el respeto a la personalidad del otro y la paciencia hacia sus defectos se escapan a chorros por las costuras de la sociedad. El egoismo, en su faceta más íntima y personal, es decir, en la faceta sentimental, campa a sus anchas dentro de nuestras cabezas. He llegado a oir decir a chavales de 19 años cosas como "Yo antes, co, no era así pero me la han clavado muchas veces y ahora solo pienso en mí". ¿Muchas veces? ¿Con 19 años? Vamos, no me jodas. Entonces a estas alturas yo tendría que ser el psicópata de Saw.
Los matrimonios, las parejas, los amantes, mueren estrangulados por ese egoismo en el que el otro solo vale en tanto en cuanto me sirve a mis necesidades. ¿Qué él también tiene necesidades y sentimientos? ¿A quíen le importa? Lo importante soy YO. Lo importante son todos los YOS. Los él y los ella son chorradas que se olvidan cuando a los 19 años decides que ya te la han clavado muchas veces y que desde ahora sólo vas a pensar en tí.

A mí dejadme en paz. Yo sólo quiero ser un niño. Y amar como un niño.