17 de Agosto 2005

La parábola del hijo Pródigo: versión actualizada.

“Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo, se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda en borracheras y prostitutas y pocos días después volvió a casa muerto de hambre.

Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente y dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta.

Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." Pero el hermano mayor, enfadado, replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"

Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado." Y el hermano mayor se dio cuenta de que su padre tenía razón y participó en la fiesta alegrándose por la vuelta de su hermano.

En ese momento apareció el hijo menor y dijo: “Padre, he pensado que, ya que estamos todos tan contentos y de fiesta... ¿no podías volver a darme la mitad de tus bienes?”

En ese momento, el hermano mayor y el padre le dieron una mano de hostias y todos sintieron gran regocijo.”

Palabra del Señor.

Escrito por fettuchini a las 17 de Agosto 2005 a las 11:10 PM
Comentarios

Alguna vez he comentado que soy la hija menor. como me gustan las fabulas, te enseñan cuan gilipollas pueden a llegar los hermanos mayores. Soy yo el hermano mayor, y recibo a mi hermano con los del fisco y con los de antivicios y los de narcóticos con los brazos abiertos de par en par, pero no para abrazarlo sino para darle una paliza y meterlo en el trullo.
afortunadamente y como ya he dicho: yo soy la menor

Escrito por apio, escritora de rutinas a las 18 de Agosto 2005 a las 09:13 PM

Alguna vez he comentado que soy la hija menor. como me gustan las fabulas, te enseñan cuan gilipollas pueden a llegar los hermanos mayores. Soy yo el hermano mayor, y recibo a mi hermano con los del fisco y con los de antivicios y los de narcóticos con los brazos abiertos de par en par, pero no para abrazarlo sino para darle una paliza y meterlo en el trullo.
afortunadamente y como ya he dicho: yo soy la menor

Escrito por apio a las 18 de Agosto 2005 a las 09:47 PM

¿Mi hermano? Le voy a hablar de mi hermano. Dios... ¿por qué no seré hijo único?

Escrito por fettuchini a las 19 de Agosto 2005 a las 09:17 PM
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